Mariela Limerutti Artista Visual, Argentina.


CUBOS
Instalación en un sitio comercial
San Juan, Argentina, 2003
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CUBOS

Un local comercial no es sólo un espacio para la venta de mercancías. Como espacio semipúblico, se producen en su ámbito encuentros, trueques e intercambios de objetos pero también de lenguajes, palabras, deseos… .

Tanto los empleados como el público fueron parte importante en la producción de esta obra, y del valor de la misma. Las personas que trabajaban en este sito son un grupo de sujetos sociales dentro de este espacio reducido cuyas aspiraciones, problemas e ilusiones seguramente representaban los de los clientes del local y del resto de los ciudadanos del lugar también. Los deseos son parte de la identidad de un pueblo. Los textos que escribieron en los cubos fueron los pretextos de las personas que trabajaban en el local comercial de LA RUECA y de sus clientes para expresar los deseos para el nuevo año. La intervención en este sitio provocó posar la atención más que en algún objeto, en el marco arquitectónico como contenedor de personas, mercadería y del desarrollo de actividades del lugar.

A diferencia de la escultura tradicional, el Minimal Art trabajó la presentación del objeto como representación de sí mismo, utilizando a menudo el cubo para ello. Al tomar la escultura en su espacialidad y contextualidad, se tuvo en cuenta el lugar específico para el que se generó esta obra y la relación de la misma con el espacio. El cubo jugó con significados del imaginario colectivo como caja, contenedor, espacio cerrado cargado con significados distintos. Cubos de ilusiones para expresar deseos. Caja mágica a escala humana. Cuerpo geométrico, forma cerrada que simboliza el mundo material y representa la función de habitar. Cubos que poseen un espacio interno de acogida y brindan una superficie externa que permite la expresión escrita de esos deseos. La identidad del local comercial fue trabajada a través del cubo como elemento característico del lugar, tomado como módulo debido al cubo de vidrio de la entrada del comercio.

La obra abrió un espacio al espectador-cliente en el interior y exterior del local comercial haciéndolo participar. Importó además del objeto, el comportamiento que generó. La propuesta de expresar un deseo para el futuro mediante la escritura, es un modo de concretarlo, de hacerlo real en el texto. De este modo, la obra intentó rescatar esos deseos personales en un espacio de libertad, ya que generalmente quedan condicionados por la publicidad.

Derrida dice que escribir quiere decir injertar. Un injerto de quien escriba, tal vez como inclusión en el texto mayor que encierra el discurso de la Navidad y el Año Nuevo.